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Traumatismo de craneo (TEC)

¿Qué es un traumatismo de cráneo?

Un traumatismo de cráneo o encéfalocraneano (TEC) es el daño cerebral que ocurre en forma súbita a causa de un golpe en la cabeza o por un elemento que la atraviese. El daño puede ser causado al golpear la cabeza fuertemente contra un objeto como el panel de un auto (TEC cerrado) sin ruptura del cráneo o por algo que lo atraviesa perforándolo, como una herida por arma de fuego (TEC penetrante o abierto). Los TEC constituyen la causa más frecuente de injuria cerebral en personas jóvenes, sanas previamente, especialmente como consecuencia de accidentes automovilísticos y en motocicleta, de hechos delictivos (armas) y en forma menos frecuente en la práctica de deportes de alto riesgo. En las personas de edad avanzada se suelen presentar como consecuencia de caídas.

La recuperación inicial por lo general requiere un período de tratamiento en unidad de terapia intensiva, con un lapso más o menos prolongado de coma, un período de rehabilitación interdisciplinaria en internación y otro en hospital de día, continuando luego la recuperación en forma ambulatoria, con una frecuencia menor que permita el reintegro paulatino a la vida previa.

Frecuentemente se plantea como problema luego de tan arduo trabajo de rehabilitación, que la mayoría de los pacientes presentan en mayor o menor grado secuelas neuropsiquiátricas y cognitivas que se constituyen a lo largo del tiempo en uno de los problemas fundamentales que deterioran la calidad de vida del paciente y su familia.

¿Por qué se producen problemas conductuales y emocionales? ¿Por qué estos trastornos se presentan en algunos pacientes otros no luego del TEC?, ¿De qué depende la severidad de los mismos? Si bien no hay respuestas definitivas a estos interrogantes se conocen factores de riesgo que predisponen a la aparición de trastornos Neuropsiquiátricos post-injuria cerebral.

Entre estos encontramos:

  • Antecedentes psiquiátricos previos a la injuria cerebral.
  • Pobre funcionamiento social previo.
  • Edad avanzada.
  • Alcoholismo, consumo de sustancias.
  • Aterosclerosis.
  • Valores muy bajos en algunas escalas que se registran durante el período inicial de perdida de conocimiento (Ej. Glasgow).
  • Abandono de pareja.
  • Inestabilidad económica.
  • Relaciones interpersonales pobres.
  • Bajo nivel de educación previo.
  • Reclamos de indemnizaciones pendientes.

A estos factores predisponentes se suma el efecto mismo de la lesión cerebral sufrida. Los cambios físicos, de conducta o mentales que pueden ser resultado de un TEC varían de acuerdo a las áreas del cerebro que estén dañadas. La mayoría de las lesiones causan daño cerebral focal, es decir limitado a un área pequeña del cerebro. El daño focal se produce con mayor frecuencia en el punto donde la cabeza golpea un objeto o donde un elemento extraño, como una bala, penetra el cerebro.

Además del daño focal, los TEC cerrados causan con frecuencia lesiones cerebrales difusas o daño a varias otras áreas del cerebro. El daño difuso ocurre cuando el impacto de la lesión hace que el cerebro se mueva para adelante y para atrás bruscamente golpeando contra el interior del cráneo. Los lóbulos frontales y temporales del cerebro están más expuestos a impactar contra el cráneo y por lo tanto a lesionarse. Dado que estas áreas están implicadas en los procesos de lenguaje y memoria, como así también en el control de las conductas, estas funciones se verán afectadas después de un TEC cerrado. Además pueden presentarse problemas motores de diversa índole.

De lo expresado, se desprende la importancia de la evaluación detallada del paciente en su estado actual como así también sus antecedentes psiquiátricos, médicos y sociales. Todos estos factores incidirán directamente en las posibilidades de recuperación y control de estas manifestaciones conductuales.

Unidad de Traumatismo de Cráneo de INECO

La Unidad de Traumatismo de Cráneo de INECO, perteneciente al Departamento de Neurociencias Cognitivas y Neuropsiquiatría, se especializa en la evaluación y el tratamiento de las consecuencias del TEC mediante un enfoque abarcador y interdisciplinario a cargo de profesionales con amplia experiencia en este campo.

  • ¿Cómo se deben evaluar estos problemas?
    La evaluación del paciente en la etapa post-aguda, es decir cuando el paciente ya ha regresado a su hogar y su estado general es más estable, debe ser interdisciplinaria para establecer qué recursos terapéuticos serán útiles en esta etapa y dónde deberán implementarse (en la institución, en su hogar, en su lugar de trabajo, en forma combinada, etc.)
  • Evaluación Neuroconductual o Neuropsiquiátrica
    La realiza un neurólogo o psiquiatra especialmente entrenado en neuropsiquiatría quién determinará el estado conductual y emocional del paciente así como qué otras evaluaciones se deberán realizar.  Tiene por objetivo establecer cuáles son los problemas emocionales y conductuales actuales, así como las características y problemas psiquiátricos previos del paciente y su familia. El modo de funcionamiento familiar previo y actual será muy importante para superar las dificultades planteadas a partir del TEC.
    Los cuadros más frecuentes son:

    • Trastornos del ánimo
    • Trastornos de ansiedad
    • Apatía, falta de motivación o desinterés
    • Psicosis
    • Cambios en la personalidad
    • Desinhibición y cuadros conductuales que combinan varios síntomas psiquiátricos y cognitivos de diversa gravedad.
  • Evaluación de Funciones Cognitivas y Lenguaje
    Esta evaluación permite tener una medida objetiva del funcionamiento a nivel intelectual (atención, memoria, capacidad de planificación y organización, de control y monitoreo de su conducta, de iniciar finalizar tareas, etc.) y de su capacidad de comunicación verbal y no verbal. Esto nos dará idea de las posibilidades de cambio y aprendizaje no solamente en el plano académico o laboral, sino también en el control de conductas inadecuadas o no funcionales. La realiza una neuropsicóloga entrenada en traumatismo de cráneo y de acuerdo a las dificultades que se presenten en el lenguaje se realizará una evaluación específica a cargo de una fonoaudióloga.
  • Evaluación de Terapia Ocupacional
    La terapista ocupacional evaluará el desempeño del paciente en diversas tareas y actividades de la vida diaria, desde las elementales hasta las de mayor requerimiento cognitivo. De este modo establece en qué tareas se deberá entrenar el paciente y cómo se realizará su reinserción en la actividad previa al accidente o bien su reorientación vocacional y/o laboral mirando al futuro.

¿Cuál es el tratamiento adecuado?

El abordaje terapéutico desde la neuropsiquiatría comprende:

  • Psicoeducación del paciente y su familia que les permita comprender el porqué de las conductas y problemas observados.
  • Psicoterapia cognitivo-conductual para el paciente con el objetivo de que adquiera habilidades de control y manejo de emociones y conductas.
  • Uso de psicofármacos indicados con un criterio racional por un profesional especializado en injuria cerebral.
  • Soporte para pacientes y familiares en forma grupal o individual ofreciéndole diversos recursos y estrategias para mejorar la calidad de vida.

Estos recursos terapéuticos estarán coordinados con el tratamiento del paciente desde otras disciplinas que están disponibles para los pacientes en INECO: rehabilitación cognitiva, fonoaudiología y terapia ocupacional. De este modo, se apunta a un abordaje holístico que integre objetivos y técnicas para lograr la mejor calidad de vida para el paciente y su familia.

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